Hace 6 años...

Nacía la persona que más amo en este mundo: India.

Recuerdo ese día con cada uno de sus detalles. Hacía una semana que me había mudado nuevamente a Temperley, el barrio donde nací. Habíamos alquilado una casita con J. a la vuelta de lo de mi mamá. 

J. se iba a quedar conmigo y nuestra hija por algunos meses, para poder disfrutarla. 

Pero no estábamos en pareja. Yo quedé embarazada a los seis meses de salir con él cuando la cosa ya estaba terminando y, si bien J. me acompañó durante el embarazo, cada uno vivía en su departamento en Capital. 

La noche anterior me había quedado a dormir en lo de mi mamá porque ya estaba en fecha y J. se había ido a dormir a su departamento porque tenía que filmar un evento el domingo a la mañana.

India nació el domingo 21 de agosto del 2005.

Un domingo como hoy.

La madrugada del sábado la pasé sintiéndome rara y con pérdidas. El obstetra me había advertido que podía pasar ya que, en la consulta del sábado, me había separado un poco la placenta (o algo así).

A las 7 de la mañana del domingo lo llamé y me dijo que me acerque al sanatorio. 

Tenía contracciones, pero no eran regulares ni seguidas.

Me bañé, me cambié y partí junto a mi papá y mi mamá al Sanatorio san José, el mismo donde había nacido yo... Le avisé a J. (qué tenía un celular prestado para la ocasión) que estuviera atento.

Llegué, me hicieron tacto y me dijeron que me tenía que quedar. Eran las 12 del mediodía.

Le avisé a J. que India ya estaba lista para nacer y, dejando la filmación por la mitad, se vino al Sanatorio.

Yo estaba en una habitación con otra chica que estaba desde las 2 de la madrugada en trabajo de parto y me preguntaba si a mí me iba a pasar lo mismo! Tantas horas de esfuerzo !!!

Cuestión que llegó J y se quedó al lado mío, sentado en la cama.

Yo había aprendido a respirar en mis clases de natación para embarazadas y, ante cada nueva contracción, solamente con la respiración, se calmaba el dolor (que no era mucho por cierto).

Yo quería un parto natural, domiciliario,  pero, al estar sola, es decir, al no tener el apoyo de una pareja, no me animé.

Me dieron oxcitocina y me rompieron bolsa (dos cosas de las que me arrepiento haber permitido que me hicieran), pero no pedí epidural. Si había algo en lo que aún podía decidir era en eso...

Y así llegaron los 10 cm de dilatación.

Me llevaron a la sala de parto y me pusieron encima de una camilla en la que, les juro, sólo entraba alguien con el físico de Dolores Barreiro!! Y me dejaron sola, ya que, al ser domingo, el personal era poco...

Yo, sola y en una camilla cuatro talles menor, no quería ni moverme por miedo a que nazca ahi mismo!! Sentía que ya estaba por nacer, sentía esa presión en el puvis y me dije que, si hay tantas mujeres que paren solas, yo también podía (que imaginación la mía, jajajaj, como si hubiera estado sola en medio del desierto).

Al ratito entraron las parteras y J. que se quedó a mi lado sacando fotos y, a su manera, apoyándome!!

En ese momento me olvidé un poco de como respirar y me empezó a doler un poco y, a los gritos, pedí la epidural. Obvio, a esta altura de los acontecimientos, era imposible que me la coloquen, así que la partera me agarró la cara y, mirándome a los ojos me dijo: "ya está la cabecita ahí, pujá bien que ya sale". Entonces me concentré y pujé, y, a los tres pujos, nació India. 

Eran las 16 hs. del domingo 21 de agosto del 2005.

Sólo habían pasado 4 horas desde mi ingreso al Sanatorio.

Me desgarré, pero, les juro, no sentí nada. Ni siquiera me molestaron los puntos que me pusieron...

No fué el parto que soñaba. No tuvo música, no me dejaron a India en brazos apenas nacida, no fué domiciliario... Pero fué el mejor parto que pude haber tenido. Fué tan intenso y estuve tan presente que recuerdo algunos detalles muy vagamente. 

No era mi cabeza la que estaba ahí registrando todo, era mi ser. Y cuando el ser registra y está prsente, la historia es otra.

Son las 10.20 de la mañana y ella aún duerme. Le gusta dormir, pero lo hace porque no le queda otra. Si por ella fuera viviría despierta jugando y haciendo cosas!! Es capáz de despertarse a las 7 de la mañana y seguir fresca como una lechuga hasta las 12 de la noche, de buen humor y todo!!

Es sensible, es capáz de ponerse a llorar si ve que maltratan a un animal.

Es justa y generosa, presta sus juguetes a sus compañeras del jardín por días enteros, y se pone triste si se los devuelven rotos.

Es valiente, ama andar a caballo y, aún habiendo caído de uno con su papá una vez, ella sigue diciendo que es el animal que más le gusta y sigue montándolos sin miedo.

Es comprensiva, cascarrabia, cabeza dura, tiene un corazón grande como el universo, es celosa, se enoja cuando hablamos al lado de ella y no la incluímos.

Le gusta cantar y bailar. Trasladó su pasión por la natación a la tela y el trapecio.

La amo como nunca imaginé podía llegar a amar a alquien.

Ella me enseña cada día a ser mejor mamá. Me muestra el camino, a veces no logro verlo, otras lo veo y me cuesta seguirlo. Por suerte a veces lo veo y lo sigo.

Los días a su lado son lo mejor que me pudo haber pasado en la vida.

India es canto, es sonrisas, es amor, es esperanza, es aprendizaje, es valentía, es el color, es la sabiduría, es el futuro, es el pasado, es la felicidad, la responsabilidad, es el ahora, el presente, el hoy.

India es todo.

Y me eligió a  mi como su mamá. Y es un orgullo poder serlo.

Gracias hija mía por todo el amor que me regalás día a día.

FELIZ CUMPLEAÑOS!!!

TE AMO!!